sábado, 31 de octubre de 2009

LEON...

Un león fue capturado y encerrado, donde, para su sorpresa, se encontró con otros leones que llevaban allí muchos años (algunos incluso toda la vida, porque habían nacido en cautividad). El león, no tardo en familiarizarse con las actividades sociales de los restantes leones del campo, los cuales estaban asociados en distintos grupos. Un grupo era el de los “socializantes”; otro, el del mundo del espectáculo; incluso había un grupo cultural, cuyo objetivo era preservar cuidadosamente las costumbres, la tradición y la historia de la época en que los leones eran libres; había también grupos religiosos, solían reunirse para entonar conmovedoras canciones acerca de una futura selva en la que no habría vallas ni cercas de ningún tipo; otros guapos atraían a los que tenían temperamento literario y artístico; y había, finalmente, revolucionarios que se dedicaban a conspirar contra sus captores o contra otros grupos revolucionarios. De vez en cuando estallaba una revolución, y un determinado grupo era eliminado por otro, o resultaban muertos los guardianes del campo y reemplazados por otros guardianes.

Mientras lo observaba todo, el recién llegado reparó en la presencia de un león que parecía estar siempre profundamente dormido, un solitario no perteneciente a ningún grupo y ostensiblemente ajeno a todos. Había en él algo extraño que concitaba, por una parte, la admiración y, por otra, la hostilidad general, porque si presencia infundía temor e incertidumbre.
-“No te unas a ningún grupo”, le dijo al recién llegado.”Esos pobres locos se ocupan de todo menos de lo esencial.”

-“¿Y qué es lo esencial?”, pregunto el recién llegado.

-“Estudiar la naturaleza de la cerca.” “¡Ninguna otra cosa, absolutamente ninguna, importa!”

Anthony de Mello (1997)


Este texto nos hace pensar en la escuela, y pensar en ella nos remite a la “reja”, una reja que al igual que en el texto está diseñada para preservar cuidadosamente las costumbres, la tradición y la historia de la época, pero no en que se fuese libre, sino la historia, las costumbres y la tradición que es impuesta por la sociedad.

La reja parece diseñada para encerrar no sólo a culpables sino a inocentes, los unos para ser re-formados y los otros para ser formados; con ella, con la reja y con lo que ella denota, “el encierro”, se teje todo un entramado de deseos que pasan por el frio, el poder, el miedo, el control, el examen, la selección, la evaluación y hasta el calor, la naturaleza, la música, la vida.

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